Re-visión del año dos mil diez

Quizás esta sea la última entrada del blog en este año.... Sí, muy probablemente lo sea, mañana se corre todo el día.
Esto no... no va a ser poetico.
El dos mil diez fue extraño; caótico. Un año de aprendizajes, un año duro.
Partiendo por el funesto y siempre recordado terremoto, del cual... sí me acuerdo, fue curioso descubrir por primera (y no única vez) que no le tengo miedo a morir, que me puedo ir en paz. Luego los días acelerados en Jotabeche, cargando cosas y poniendo stickers, puede decirse que fue un preludio del año.
Luego la entrada a la U.. tenía tanto miedo Rous; tanto miedo, de que no me quisieran. que me tuvieran miedo, que me miraran feo o que me huevearan. Tenía miedo de mentir, miedo de perder. Miedo a estar sola, si, miedo a estar sola
Fue entonces, una tarde que tomé la 507 que me fui con una compañera de la U. Andaba con unas calzas y una polera desteñida y gigante, me decía que era de su pololo. Se llamaba Belén. Y sí, ella fue lo mejor que me pasó en el año. Fue MI primera Mejor Amiga. Mía . mía por que no es de rebote, no, es mía y yo suya, y es bacan eso oye
Un par de días después almorzamos con otro montón de chiquillos... fuimos a ICEI, a comernos unas hamburguesas italianas, y salimos con dolor de guata. y de amigos.
espero que no nos separemos en harto tiempo, en serio.
Mas menos por esas fechas.... la fiesta medieval. Creo no tener que hablar de eso, ya está más que tocado el tema.
Mayo, Junio, Julio, Agosto... septiembre. Los meses en que no dormía, los meses en que me enfermé, engordé y me enamoré. Ay, sí, me enamoré. Dolor, y dulzura,  cohetes llenos de espuma.
El 7 de agosto (que risa, justo ese día mis papás cumplían un año) choqué de frente con los espirales. Ay, ahora que lo pienso fue una suerte de liberación. Gracias a Marduk mis manos pueden escribirlo y yo puedo mirarte sin temblar, señor M. Sí, no lo pongo completo por respeto.
Septiembre. Conocí a Ban. Fue un respiro, fue conocer lo nuevo, lo lejano; jugar y reírme. Gracias por eso, Ban, gracias por devolverme la risa.
Octubre. EL cumpleaños de mi hermano, la familia estaba tensa, fue como pisar vidrio.
Noviembre.... mi segunda mirada al Silencio... sólo pensé que que bueno era no tener nada pendiente.
Diciembre. El último, el que aún no termina. Confirmé lo que aprendí, hoy descubrí que había olvidado cosas... quiero recuperarlas

Fue un año largo. No me mentí más, no me acomodé más a nadie; soy como soy, si, y puedo correr sin ropa por la calle sin arrugarme. Soy así, ya ves.
Hice cosas que siempre quise. Amar, cortarme el pelo como niño. Tenerlo rojo, engordar, no dormir, ver amaneceres, reír hasta desfallecer, llorar de la risa. Llorar de dolor, llorar con ganas. Escuchar, ser escuchada. Tener algo mío a quien acudir y confiar, tener amigos de aquellos,  volver a ver a mi familia reunida.
Volver a ver a mi familia reunida. Pensar en un asado con todos en la casa nueva. Con Todos.
Supe también que amigos quedan, que amigos no eran tan amigos. Gracias por todos los mails, los cigarros, los cafés, los tes con rizas, los rulos y las locuras que se mantienen.
Estudio lo que amo; si. Estudio historia, y amo la Historia, amo cada una de esas historias. Descubríq ue puedo pasar mi vida mostrandole a los niños cómo ellos mismos pueden y se-construyen en su misma cultura, en sus mismos Juegos.
Aprendí a Jugar este año; aprendí a reír.
Aprendí a querer cambiar las cosas, cambiar el mundo
Aprendí a confiar en mis ideales, en mis amigos y en mis sueños. Ahora sé que tengo convicciones, y una casa Valparaísina llena de cachureos en la que armar un rollo propio.
Gracias Titi, Belén, Simón. Juan, Nico, Carlos, Nanchi, Muñoz. Esteban, Emilia, Juliana, Claudia, Sylvia, Jorge... Gracias papá, por tu estupidez de saltar al agua estoy escribiendo esto.
Gracias fantasma de la noche.
Gracias Camilo, aún creo en mí, y en las cosas que me enseñaste.
 Gracias, mis amigas, gracias de nuevo Belén & Titi, sin ustedes no sé dónde estaría
Gracias Profe Samuel, gracias Coro, por devolverme los sueños y la voz
Gracias Marduk, por el año.

encamisado

hay días en que me nazco
me pienso
me sueño
ennada.
en-na-da
en-na-je-na-da

hay días en que me nazco
sin tí
con el sol
sin tí
con la luna
sin tí
con mis sueños sin romper, intactos.

y entonces
te veo
te sueño
te miro
y caigo como piedra.

Sean



'Cause the one thing i'm afraid off... is falling out of love

Oración Perenne

Dioses, haced que esto sea sólo un sueño,
haced que todo esto sea obra de mi funesta imaginación
de mi implacable imaginación.
Dioses... no permitais que esto pase.
Permítanme un día más
con él
con él
con él
con él...
con él
(son cinco minutos)

oh, idolatrados Dioses;
implacables obras de arte retórico
Permitid
Os lo ruego desde mi hondo habitar,
haced que todo icono bizarro no sea nada más ni nada menos que un cero
 Os lo ruego desde mi más roja obediencia
Desde mi alucinación cuasi febril
Permitid que no pueda amar de nuevo.
Hacedme de piedra
Fria
Implacable
Hacedme como un fauno de plata
Juguetón
Frío
Implacable
Dadme forma con vuestras amadas manos


Dioses, amadísimos Dioses
Permitidme olvidaros
Permitidme que el viento fuerte que despeina mis desteñidos pensamientos se lleve todo
que se lleve todo rastro de Él.
Permitidme correr por las calles de Santiago de manera despreocupada
Saltar y bailar,
y reírme de los serios transeúntes
y jugar con perros y gatos, pájaros y niños
Permitidme
no
amarlo
más.

Permitidme amarlo, sin amar.

Ansia

Te espero
Te ansío
Con las ansias  furibundas del verano
Con el deseo perdido de hundirme
en tu negra azabachez
hasta perder el aliento y la conciencia

Te espero, 
Te ansío,
con las ansias furibundas de una primera borrachera
con el silencio implacable de trescientos soles desnudos
con los requiebros de una tarantella en una calle perdida

Te espero,
te ansío
Con el frío cortando los dedos de ésta única noche
esta única noche 
esta
única
noche.
Con la luna en mi bemol cantando El Pueblo Unido
Y mis manos en sol, cantando Elefant Gun, aullándola
en rojo pasíon gritado orgásmico


Te espero,
Te ansío
Sin esperanza, sintiendo voces
Con esperanza (aún escuchando voces)
Jugando a la ruleta, desando que la pelotita caiga
en el punto
exacto.

Te espero,
Te ansío.
Te sueño

Felino

Con la mirada nocturna te observo
Con la pereza de la tarde dejo que mis pensamientos divaguen hacia tí
Con el oído presto escucho tu voz recorrer impaciente la madeja de mis sueños
Con la panza hacia arriba, remoloneo hasta sentir tu mano acariciandome suave


Con la mirada suspicaz recuerdo que todo esto no es más que una quimera

Con los pies ligeros me dirijo hacia tí
Acechando, calculando cada paso
Jugando a una caza imaginaria, con una sonrisa traviesa en los labios
Mis cuatro mechas perciben con rapidez el aire que te rodea
Y aumentan las ansias por el Premio.

uno
dos
tres
Lanzo un zarpazo
Escapas fugaz
Retrocedo
te posas pálido y exhaltado
uno
dos
tres
cuatro
Salto ágil sobre el viento.
Te vas con un simple revoloteo
Y me siento a Esperar

Tus sueños son mejores que los míos

Me miras, caminamos por las calles de Valparaíso, conversando del viento y de la paleta de colores que cubren nuestra nubosa ciudad.
Te miro, y esa azabachez que cubre tu aviario rostro de niño curioso brilla como la luna que esta noche acompaña mi bailar en silencio.
Quisiera tener un poema que leerte, un poema que escribirte.
Caminamos en silencio por las calles de nuestro Valparaíso, y una ráfaga de viento hace volar nuestras manos que se encuentran temerosas.
Y siento tu sonora voz sonriente tejer un Manifiesto que albergue este sueño lúcido
Siento de pronto tus delgados brazos de primavera rodear mi obnubilada cintura, y mis manos vuelan prestas a cincunvalar tu amado torso
y el destello fugaz de un beso cae como un monzón, cálido y lleno de agua, sorpresivo y devastador
Puedo ver tus ojos de chispita y la semi seriedad que me llama, a un par de lejanos centímetros de mis sonrojadas pestañas.

Despierto escuchando The Strokes
Odio soñar de madrugada

Pianista

Mis dedos comienzan a recorrer las teclas del mágico artilugio para deletrear, bailando desacompasamente con las cadencias de una melodía en silencio, llena de imperfecciones y temblores.
La luz artificial le da a mis manos frías una tibieza desconocida, y las yemas manchadas de tinta brillan de una manera un tanto exótica, como si hubiesen pintado con henna las manos de alguna tímida novia.
Aún así, me largo a escribir y el escaso cabello que cubre mi aún más escasa nuca se eriza al pensar en la inminencia de la velada que me espera.
Una velada en soledad.
Cuando vi por fin que eso que se llama futuro se dibujaba con una luz un tanto menos tenebrosa, vino otro y se llevó los tecitos nocturnos.
Lo siento, pero así veo las cosas.
Ahora escribo un tanto sin pensar, dejando que el agua corra, que mi pulso se calme, que los cigarrillos que dejé en el balcón se consuman con lentitud.
Te extraño, y eso me duele un poco.
Extraño tus sonrisotas pajaronas,  tus miradas rubias y esas tallas fomes que nos tirábamos, las idas furtivas a comprar cualquier estupidez en el local de la esquina. Y lo peor de todo es que me molesta extrañarte.
Me molesta un tanto ver esa bicicleta roñosa estacionada en el fondo de la facultad, me molesta que me moleste ver esa bicicleta roñosa estacionada en el fondo de la facultad.
Por que debiese estar feliz.
Pero no. Lo siento, sí, soy un poco egoísta, y yo que me reía de tus celos.
podría apostarte que él piensa que hay algo raro conmigo, pero tu sabes que no. Tu sabes que no, por que siempre nos hemos celado mutuamente.
Y si por alguna razón, mientras leías esto pensaste que había algo raro, es por que las cosas están peor de lo que pensaba.
Por la cresta, es lunes en la mañana y me doy cuenta de lo vacía que está esta facultad sin tu amistad de sol.
Me voy a caminar a Artes, mejor.

Absurdistán

Hay dias en que siento que es demasiado tarde. Que es mejor dejarse fluir, en un perpetuo correr, para al final de la cascada caer como una cáscara de limón edificio abajo
Hay dias en que mi tierra es Absurdistán y mi abrigo el Deseo Impenetrable
El Deseo de poder traspasar las horas y los metros, en un febril baile contra la memoria
El azote de Dios, conversando en una banca de plaza, sentado junto con el Divino Anticristo, ambos tarareando alguna cancion de Beirut.
Hay días en que me doy cuenta de que toda mi ropa es roja.
Roja como mi pelo
Como esa sustancia desconocida que brota de mis manos.
Como la millada de insectos que llenan mis piernas y ese vestido provocador que nunca te mostré.
Y que hoy esperé que vieras; pero no.

Hay otros días en que te deseo, también. Esos días son más confusos
De esos días no me acuerdo, de esos días solo conservo el calor de mis yemas apoyadas en el metal
y el sonido de tu voz de baritono, y el recuerdo de tus malditas pestañas en mi cuello.
Es entonces cuando mi mente se arranca y mi cuerpo se queda atrás, sentado en el pasto,
sentado bajo el sol
bajo la mirada
impenetrable
de trescientas hormigas
acechantes.

Marbhfháisc ort!

Debí haberle hecho caso a mis sentidos. A mi escepticismo. Por último, hacerle caso a la tele y no tirarme de nuevo al río. Pero no.
¿Que carajo hice? Lo contrario; bien, bien, un aplauso para mí.
¿Y ahora?
Ahora nada poh, ahora me doy cuenta de lo imbécil que puedo llegar a ser.
Bien... miles de pruebas, ensayos de coro, exámenes finales, buscar casa, la teletón y el paro de metro.
¿Y ahora?
Nada poh, es las 12 y media de la noche, debería estudiar Geofísica.... pero no.
Escuchando Arnalds, Escribiendo estas leseras para descargarme, pensando ya no en Barabandaradan como algo simpaticón, alegre y curioso.
no hueón; me salgo del léxico pseudo intelectualoide, de toda la formalidá del blog, para decirte así bien  grandote destacado


¡Hijo'eputa!

Como dice mi amiga Cristine, Maricound.
Como dicen en Irlanda, Marbhfháisc ort!
Como digo yo: Hijeputa, maricón chueco.

Y eso. Shúalo.


Por la chucha.... que se acabe luego esta mierda de año. Por la puta, quiero un cigarro.
Y una chela.
y un abrazo ):

Porotoske

Que rico sería
envejecer contigo
en una casita llena de chucherías
tecitos, vasitos
peleas matutinas por la ducha
un biombo de los bitlis
y risas, tantas risas
que ahoguen esa montonera de recuerdos acuosos que tenemos
y los cambiemos por rayitos de sol
y conversaciones en Hopelandic
y pasar virutilla los sábados
cantando Strawberry Swing
Me gusta esta foto, es como cotidiana ♥
Que lindo va a ser envejecer juntitas

Póstumo

Agua arriba, abajo, a los costados. Todo salado y yo misma vestida de agua. Y pensando:


Dioses, me bastó con amarte.

Hualpén.



Después de surcar los añejos robles del Olvido, cruzando por el lago del Mas Allá, pudieron ver la delicia imperecedera de los tálamos Primaverales, escondidos desde tiempos inmemoriales en un tintero y una vela.
Es-condidos entre las hojas y las flores,  jugando a los mil juegos infantiles del dimequetedirete, no sintieron el correr del tiempo, obnubilados por el ojo café profundo de la mirada del otro. Enceguecidos, corriendo como animales contra la muralla fría que es el Azzar. Jugando una partida de ajedrez en la que se apuesta la vida y la muerte; una partida de ajedrez en la que el sol juega como rey y la noche es el tablero. Un juego de segundos tras el brillo metálico de los kilómetros de distancia, en el que las voces que ansían sonar juntas solo se dan cita en la amnesia nebulosa de la Imaginación.
Un juego como un disparo, en el que el cielo, el infierno y las ofrendas capilares son sólo un macabro recuerdo alejado en una cueva tibetana. Un juego relleno del hablar por estética, del hablar sin escribir: Del escribir sin hablar. Un juego que se decide en una simple noche, en una simple mirada; un juego de inversiones y pérdidas, asimismo de ganancias.
Una conversacion perdida en los tiempos medievales, anclada en un monasterio invadido por los musulmanes,    en el que Nur al Din entra a sentarse comodamente a nuestro lado, hablando de astronomía, conquistas y camafeos como si nada.
El sueño tenía razón. Vamos por el salto de fe.

Enroque

Agua alrededor. Arriba, abajo a los costados; moviéndose, resonando sobre nuestras cabezas imperiosamente salada.
Un sacrificio; cambiamos tu vida por la nuestra. Tómala Poseidon, y sácanos de aquí, de esta agonía de no respirar. Hombre de morado, haga saber a los de más acá que seguimos en el agua.
Olas arriba, abajo, rodeándonos, llevándonos. Abandonándonos en esta inmensidad Viñamarina, a la triada de Aventureros. ¿Fueron en vano tantas tardes de esfuerzo?
Un par de manos afirmándome. Yo misma flotando sujeta. Pensamientos inmóviles, resignación absoluta. La arena misma, tan cerca que parece broma.
Mi papá saliendo inconsciente del agua.
un corro de gente.
un minuto
dos
nada.
Un niño que juega en la arena y pregunta si tiene que buscar otro papá. Yo lo abrazo, con todas mis fuerzas, deseando retroceder el tiempo.
De pronto, un grito de victoria, proveniente de las profundidades de la Matriz.
Don't you know it's gonna be

All Right?

Azúcar Milagro

Quien quisiese haber pensado
siquiera
que el azúcar más dulce para los tés nocturnos 
se encuentra
a un par
de kilómetros
de distancia.


Bís

Stjepan dice:
*hay una teoria matematica. de un tipo llamado Gödel
*habla sobre, que un sistema, no puede comprenderse ni a si mismo ni a uno superior a el.
Siguiendo la teoría de Gödel, entonces, podemos  decir, que Usted (no, no usted, Aleph) sería algo así como Dios.





Que cosa más terrible.

Serpientes

Para la Trini, con Amor.
Frias, silenciosas, cadenciosas. Elásticas, intemporales. Groseramente atrayentes.

Cor

(Del lat. petitĭo, -ōnis).

1. f. Acción de pedir. 
2. f. Cláusula u oración con que se pide. Las peticiones del padrenuestro. 

3. f. Escrito en que se hace una petición.

Cuando te dije sueñame, no fue en serio
no tanto, por lo menos.
te lo pedí una vez; todo hecho trizas. Todo hecho trizas.
Ahora quisiera volver a pedirlo, una vez más. sueñame
para así, poder soñar(te) yo también
lejos 
Soñar sin memoria, sin recuerdos, sin Historia.
Sin alas de ángeles revoloteando por ahí.
Sin círculos concéntricos llenos de antropofagia
Llenos de sueñofagiamiradafagia, caidafagia

Cuando te dije Abrázame, no fue en serio
No tanto, por lo menos.
No tanto, por esconderme, por negarme
por no aceptar el entrelazado que mi mente forjaba
entre pensamientos de los celtas y mi bemoles
Todo hecho trizas
Cuando te dije bórrame, no fue en serio
No tanto, por lo menos.
Te lo pedí una vez; Todo hecho trizas.
Te lo pido de nuevo
Todo hecho trizas.

Ahora, todo hecho trizas
en un enmarañado monástico.
gíglico. Egíptico
Orgásmico.
Borra(te)(me). Sueña(me)(te)
Canta(me)(te)
De la faz de este habitar poético
Muéreme.(té)

amhra

(De bello). 1. f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.
2. f. Mujer notable por su hermosura.
Con una sonrisa  a medio (des) armar solía caminar por la ciudad (de la furia). A medio (des) armar, buscando sin encontrar una suerte de isla perdida en medio del océano, con un bolso lleno de autitos y pájaros, el pelo largo al viento, chaleco beige sobre los hombros, botines caminadores en las plantas.
Con una sonrisa a medio armar, tipeaban mis manos mientras mis oidos se van lejos. El reloj suele dar las tres de la madrugada, mientras intento dar una explicación a Santiago. De pronto, el instante se quiebra, y el pequeño bulto castaño que es su mitad comienza a brillar con luz propia, transmutado en un ente sensible que extiende sus delicados tentáculos translúcidos hacia sus pupilas.
Oh, obnubilación. Todo gira en torno a ese último instante fecundo, en que mil puertas giratorias se condensan en una sola voz. Y mil personajes de cuentos se pierden en el bosque castaño que esa noche fueron sus palabras. La noche más perfecta de la humanidad: así comenzó su cuento esa noche.
La noche, una de tantas más que vinieron, la noche, una más de esas tantas en que las lejanas palabras se funden con mis aún obnubilados sentidos cuando intento describirte, oh, mujer Perfecta.

Ejercicios

Hacía ya tiempo que no visitaba este santuario; contenta con las cosas que se tejen fuera de los herz de luces del computador.
Hacía tiempo ya que no re-pensaba, aislada y obnubilada por los sentidos
de Despertar, Vulnerable como me enseñaste. (hace ya pareciese, eones atrás)
Hace tiempo que no dirigía mis pasos hacia acá, y ya es primavera. Gloriosa Primavera
De alergias, de Insectos. De brotes... de Nuevos principios.
La amanecedora que me queda me trajo de vuelta. Al análisis, al re-pensar. a un Re-Partir
A caminar por lo tálamos de la mente se ha dicho. Quiero creer que sin atarme a un par de brazos
a un par de piernas
a un par de ojos. Traviesos. Verdes.
Quizás, comience a escribir de nuevo.

goltraí


El sonido de las cuerdas me hace temblar, algunas noches.
La ausencia de sonido
sonido esencial
esencial tu mirada
mirada de risa
risa violenta
violenta caída
caída alzada
alzada de gigante
gigante profundidad café
café tu pelo
pelo de sol, de luna
luna en tus ojos
ojos de estrella
estrella donde vives
vives cercano-lejano
lejano, perdido, ausente
ausente de voces
voces corales, todos menos tú
tú, ignota tierra nueva
nueva y antigua, misterio insondable y custodiado
custodiado por un enjambre de agradables risas.
risas, eres risas, risas entumidas.
entumidas miradas nocturnas
nocturna esperanza
esperanza sin miedo esta vez
vez enésima, no quiero equivocarme de nuevo.

aiteacht

(Del lat. molestĭa).
1. f. Fatiga, perturbación, extorsión.
2. f. Enfado, fastidio, desazón o inquietud del ánimo.
3. f. Desazón originada de leve daño físico o falta de salud.
4. f. Falta de comodidad o impedimento para los libres movimientos del cuerpo, originada de cosa que lo oprima o lastime en alguna parte.
 J.L.A in memoriam
La sutil arma de doble filo que es al lenguaje solía rebelarse en contra de los marinos de rudo parlare. Al no saber manejar tal elemento corto-punzante solían terminar con las manos y el rostro lastimados, cubiertos hasta la coronilla de sincera perplejidad. El resto de la concurrencia no podía hacer otra cosa que sonreír de manera condescendiente, mientras los apabullados mercantes ocultaban sus rostros enrojecidos en los pliegues de la tela.
Mientras tanto, mientras veía a los rudos hombres irse flotando en la madera de los navíos,sentado en las rocas que orlaban cuan pechera de encaje las costas de su ciudad, el observante tomaba apuntes. Apuntes de cada una de las caídas, notas cuidadosas de cada cajón puesto en el puerto, de cada palabr(ota)a dicha. De cada herida sin querer. Buscando maneras de curarlas con esa ciencia cuasi mágica llamada medicina; moviendo con delicada rapidez esas dolorosas mariposas que tenía por manos; concentrado en el eterno arte de curar a las almas entumecidas, que muchas veces no tenían nada para pagar, salvo sus rudas palabras.
El médico curaba astillas, fracturas, muelas. Curaba corazones, a veces. Y cada curación era pagada con una sarta de insultos, causa simple: la falta de anestesia.
Hasta un paciente diferente. Que no sabía exactamente qué le molestaba; sólo sabía que le dolía "Algo". ¿Una astilla ubicada en un lugar no-dentificado? ¿Un humor mal ubicado? ¿Una luxación? ¿Ulceras? Tras cientos de intentos pacientes por curar la herida imposible, que supuraba de manera cada vez más violenta, tras miles de palabras suaves dichas para anestesiar el ardor insoportable de cada curación; tras litros de escupitajos que lanzó sobre su cara, el médico decidió rendirse. Cansado de tanta miseria, abandonó sus instrumentos y todos los libros y se fue lejos del pueblo. Lejos del enfermo imposible, de sus miles de síntomas imaginarios, de los palos al aire y las palabrotas gritada sen el único estudio. Lo declaró terminal y le dió el Alta.

Tres días después se enteró de que el Paciente lo seguía en una carreta de libros, buscando su gloriosa medicina "que era lo único que lo mantenía sano". Tres días después de eso, el Paciente abortó la misión, sólo para reemprenderla tres días después. Y así, en un largo vagabundear, hasta que el Observante-Médico decidió borrar sus huellas, perdiéndose en la infinidad de la noche.
Y dijo Dios: Hágase el silencio.

y el silencio cubrió las espesuras de la mente de los hombres

titim

(Del lat. cadĕre).3. intr. Dicho de un cuerpo: Perder el equilibrio hasta dar en tierra o cosa firme que lo detenga. U. t. c. prnl.


No hay mejor alivio para las ansias de soledad que un salto al vacío. Ese salto en el que se siente el viento cruzando feroz por el pelo, en el que todos los segundos desaparecen tragados por la inmensidad del paisaje que vuela borroso frente a nuestros sentidos.
Ese salto cuántico cuyo objetivo final es la nada; cuyo simple fin es la actividad de matar las horas, los segundos y las palabras en un disparo de eones de excitación acumulada.
Un salto que puede ser pregunta, respuesta o juego. Un salto que es también negación, negación de un tú, de un yo y de un nosotros. Un salto inmerso en la belleza, un salto en el que se vislumbra levemente un puente hacia un camino nuevo. Un salto que es también juego.
Por que somos ante todo, homo ludens, la explicación misma de las pulsaciones de pensamiento es el jugar mismo, y los sentidos sucumben fácil hacia lo desconocido.
Lo desconocido que puede ser también bello, que puede encerrar dentro de su génesis los secretos intrínsecos del universo.
Por que tras cada llave de sol y juego armónico se esconde la matemática de la creación,  a algunos cuya naturaleza humana nos es dado poner en duda se les ha abierto la posibilidad de trascender en la naturaleza saltatoria de aquellos cuya agudeza no alcanza niveles de creación tan espectaculares.
Más que un salto, podríamos decir que lo que cura las ansias de no-soledad es una caída libre. Una caída en la que probamos nuestra propia vulnerabilidad, escondida cuidadosamente por nosotros en los pliegues recónditos del lenguaje; una caída en la que nuestros sentidos se confunden hasta el límite del absurdo, bailando entre todos una danza endiablada de lo sublime y lo abyecto; cayendo, en fín, hacia la sima de la memoria en busca de una manera de alzar el vuelo nuevamente.

teannáil

(Del lat. pharus, y este del gr. φάρος).
1. m. Torre alta en las costas, con luz en su parte superior, para que durante la noche sirva de señal a los navegantes.

 Surcando nuevos mares miraba la lejanía el marino. A lo lejos, se perfilaba la línea de la costa, como un dibujo de acuarela bellamente trabajado. Nuevas tierras, Ignotas tierras, cuyas densitudes ansiaba conocer el marino...
Sin un destino conocido, sujeto a los caprichos de los vientos, sin un tiempo determinado, sin una cuenta regresiva que corra tras sus pies.
Infinitamente solo, buscando entre todas las islas alguna que pudiese pertenecerle, aquella isla en la que pudiese sentarse y tocar el arpa. Aquella que lo llamase con su dulce voz.

Bella.

Somos todos zurdos; pero aún así nos gana un cierre

Es el último recuerdo de la ternura que tengo. Un último que es también un cierre. Y un comienzo.

biáidh

Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

(Vicente Huidobro, Altazor)