Oración Perenne

Dioses, haced que esto sea sólo un sueño,
haced que todo esto sea obra de mi funesta imaginación
de mi implacable imaginación.
Dioses... no permitais que esto pase.
Permítanme un día más
con él
con él
con él
con él...
con él
(son cinco minutos)

oh, idolatrados Dioses;
implacables obras de arte retórico
Permitid
Os lo ruego desde mi hondo habitar,
haced que todo icono bizarro no sea nada más ni nada menos que un cero
 Os lo ruego desde mi más roja obediencia
Desde mi alucinación cuasi febril
Permitid que no pueda amar de nuevo.
Hacedme de piedra
Fria
Implacable
Hacedme como un fauno de plata
Juguetón
Frío
Implacable
Dadme forma con vuestras amadas manos


Dioses, amadísimos Dioses
Permitidme olvidaros
Permitidme que el viento fuerte que despeina mis desteñidos pensamientos se lleve todo
que se lleve todo rastro de Él.
Permitidme correr por las calles de Santiago de manera despreocupada
Saltar y bailar,
y reírme de los serios transeúntes
y jugar con perros y gatos, pájaros y niños
Permitidme
no
amarlo
más.

Permitidme amarlo, sin amar.

0 seres pensaron aquí:

Publicar un comentario

biáidh

Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

(Vicente Huidobro, Altazor)