Insomnio

Lo trágico (o lo cómico) es que a pesar de que me dije a mi misma que no me iba a doler
que no iba a suspirar, ni salir a mirar las hojas, ni a pensar caminando sin caminar


Pero la verdad, mientras más busco, y re-busco en los lugares recónditos de la memoria
no encuentro nada
no
encuentro
nada
que me pueda hacer sentir, o entender más allá de la sorpresa evidente, y las ganas de golpear el silencio profundo hasta encontrar una explicación plausible y aplausible a todo este desorden
que algo tiene que significar, más allá de todo este silencio

algo, algo más allá de todo, algo tiene que haber que haya generado este caos.
y no, no quiero ni puedo caminar, no quiero ni puedo conversar; y no, tampoco puedo, ni quiero olvidar
eso... eso sería la muerte misma, instantánea y retumbante de todo sonido, de todo sentido y de toda lógica

eso sería la llegada abrumante de un día sin noche, y de un juego de cartas sin estampilla ni destinatario, sería dar vueltas intermitentemente por las casitas de colores, comprando chucherías y esperando encontrarte, y eso es lo ultimo que quiero.
Lo que quiero, ahora, es abrazarte y decirte que ya no importa nada, que el tiempo fue y que hagamos como que nada, y olvidemos tanta estupidez escupida a los cielos, sin importar (que tanto) el calor que haga... de todas maneras,  siempre podemos sonreír.

Esa Palabra

Esa palabra que me gustaría reemplazar por una sonrisa, que quisiera esconder en un cajón, bajo ocho llaves en una caja de plumavit y un saco de café al fondo del Adriático.
Esa palabra que es sentencia y calce, que es miedo y perplejidad.
Esa palabra que me hace tiritar (que irónico) de miedo.
4 sílabas y una vida de condena escondida en pelotitas de colores.
(así que no era comunicación con los Dioses, ah)

Esa única palabra que fue la anterioralaantepenultimade anoche...

Y pese a esa palabra, con resonancias oníricas, sigues aquí, conmigo.
Sigues aquí, respirando suavemente al lado mío, todo suavidad y pestañas colorinas
todo brazos delicados como si te hubieras caído del cielo.

Sigues aquí, conmigo, pasando juntos este frío quemante de esta primera noche de conciencia
Sigues aquí, hasta las últimas, manteniendo (me) en pie todos los sueños, siendo la baranda para no irme a negro.
Ahora sonríes dormido, te mueves un poco (sólo un poco) y la ternura me ataca, pienso inclinarme a besarte... y ya estás despierto.

Es tan tarde... es tan temprano.

Empieza un nuevo día, un nuevo día que enfrentar juntos

biáidh

Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

(Vicente Huidobro, Altazor)