Gigantes

Y llegó por fin El Día. Ese día que esperé por años, con prórrogas inútiles y respuestas absurdas.
Y lo peor es que es aún peor de lo que esperaba. Y precisamente por eso estoy acá... Esperando.
Es precisamente esta noche de pesadilla la más temida de todas, es esta noche de pesadillas la que esperé pudiese evitar indefinidamente.
Pero no.
Porque la vida ES ASÍ y las decisiones tienen un costo.

La verdad, me da más pena de la que parece que tanta palabrería se desarme como castillo, que cada mirada se convierta, de pronto, en un pozo insondable en el que los pies se amarran y las lunas sonríen timidamente.
Las estrellas alargan sus fríos brazos, me uno en silencio a su baile.
Para bailar a imagen y semejanza de tantos otros, para unirme al caleidoscopio de faldas
A ver las largas horas perderse.
(En esa delicia inenarrable de Perderse) mientras las cuerdas vibran.

Mientras las cuerdas aún vibren

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biáidh

Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

(Vicente Huidobro, Altazor)