Tengo miedo, tengo mucho miedo.
Tengo cansancio en mis pies, en mis ojos salinos que se mueren al mirarte
Y saber que estás lejos, tan lejos.
Tengo miedo del silencio. (Tengo miedo a desaparecer-me)


Tengo miedo a asimilar-me
y darme cuenta que tras días, años, edades ciegas
y siglos estelares
mis manos ya no sean las mismas, y entre las huellas de tinta encendida pueda ver
la mirada fría de la desconfianza.
Acechando, siempre acechando
Buscando respuestas falsas a preguntas ilusorias

Tengo miedo, y a la vez cierta alegría
Cierta fe
De saber que más temprano que tarde podré mirar tus ojos de vuelo sin caerme
sin paralizarme.
Y podré sonreír, sonreírte mientras canto despacito
Podré mirarte a lo lejos, ver tu bandera ondeante sin desear tenerte
Cuando ese día llegue, sabré que el mundo dio la vuelta completa.

0 seres pensaron aquí:

Publicar un comentario

biáidh

Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

(Vicente Huidobro, Altazor)